Elegante representación artesanal de la Virgen del Rocío, elaborada en terracota policromada de principios del siglo XX. La figura muestra a la Virgen sosteniendo al Niño Jesús, ambos revestidos con un manto ricamente ornamentado. Su peana incorpora una media luna con un querubín, símbolo característico de esta advocación mariana.
Ideal para coleccionistas, devotos o como pieza decorativa de gran valor espiritual y artístico.
Excelente estado de conservación, salvo un pequeño trocito que falta del llamador de ángeles del Niño Jesús.